2018(e)ko irailaren 8(a), larunbata

De vuelta a Georgetown

Ayer dormí en Butterworth y tuve mi segunda experiencia en coachsurfing.  Me alojé en casa de Lincoln, un malayo bastante majete. Juntarme con él fue toda una odisea. Al bajarme del ferry me quede esperandole porque me dijo que vendría a buscarme a la estación del ferry. La cuestion es que no me dijo (luego me di cuenta de que no lo sabia) que tenia que coger un bus lanzadera que me llevaría a la terminal de buses de Butterworth. En resumidas cuentas, debió de pasar más de una hora desde que tome tierra y puse el trasero en el asiento del coche de mi anfitrión. Seguidamente fuimos a cenar a un restaurante. Nos pusimos las botas de comer por poco más de 2 euros por cabeza. A este paso me voy a poner como una vaca!
Retirada rápida porque se me cerraban los ojos, literalmente.
Hoy a la mañana he vuelto a coger el ferry para volver a Georgetown.

Lo primero que he hecho ha sido ir al hostel en el que pasé la primera noche. No he podido reservar porque no tenía crédito y al llegar me he encontrado con que estaba full. Andaba con prisa porque no había desayunado y porque quería ir a un walking free tour que organizaba la oficina de turismo. El señor del hostel, majo donde los haya, me ha dejado que dejara la mochila grande mientras tomaba parte en el tour.
Hemos visitado varios puntos importantes de la ciudad, algunos ya los conocía, pero nuestro guía nos ha contado un montón de curiosidades.
Hemos recorrido la que han bautizado como la calle de la armonía. En una misma calle puedes encontrar un templo chino, uno budista y una mezquita, ¿alguien da más? Las diferentes comunidades mantienen su cultura y tradiciones y unas y otras se respetan desde hace más de 200 años.


Con nuestro guía también hemos visitado Little India y Chinatown.

Y después del tour he tenido que recobrar fuerzas y he decidido comer en un puesto callejero indio. ¡Me está enganchando la comida India! No estaba muy spicy con lo cual la he podido disfrutar. Georgetown es la capital mundial de la gastronomia por toda la mezcla cultural que tiene. Mis sentidos (olfato, vista) están disfrutando como nunca. 


Y después de comer, me ha tocado waxing, es decir, depilación. Llevaba ya varios días con necesidad pero cuando estuve en el norte de Malasia, donde la mayoría de la población era musulmana, no tuve la ocasión. Las musulmanas no tienen costumbre de mostrar su cuerpo a otras. La experiencia ha sido buena. La chica que me ha atendido era una auténtica profesional, además de ser de lo más amable. La verdad es que al depilarme he sentido como que me quitaba suciedad de encima. No podéis haceros una idea de lo sucia que te sientes todo el día con temperaturas de 34 gratis y una humedad del 70-80%. 
Al volver a casa he pensados en comprar fruta para cenar pero la tienda ya estaba cerrada. Así es que
 he tenido que cenar fuera de nuevo, ¡menudo sufrimiento! 😊
Me he topado por casualidad con un restaurante que ofrecía cendol. Un postre al que le tenía ganas. Había leído en algún blog cuales eran sus ingredientes pero ya no me acordaba. Me he quedado alucinada cuando he visto lo que me han sacado: un postre de helado con leche de coco, azúcar de palma, unas gelatinas verdes de pandan que parecían gusanos, alubias rojas y maíz.  ¡Alucina! ¡La verdad es que me ha encantado!

Y cuando ya pensaba en volver a casa para mañana poder madrugar, he escuchado el sonido de unos tambores y allá que me he dirigido! Este mes la comunidad china celebra el mes de los dioses. Están ya celebrando los últimos días y se puede ver a cualquier hora del dia gente rezando, haciendo ofrendas, quemando incienso... Les piden a los dioses que les ayuden, cada uno en un aspecto o varios de su vida. Ha sido alucinante ver todo esto. Las dos personas que aparecen en medio, representan a los dioses.


Mañana subo un par de videos para que alucineis como yo lo he hecho. Gabon!



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