Estaba medio grogui cuando hemos llegado a Ipoh. Eran las 11am. ¡No podía creer lo rápido que me habia movido! Pero las cosas se han torcido. Al poner en el maps el nombre de mi hostel, me he percatado que todavia ne quedaban 12 km mas por recorrer. He preguntado en información por el bus que me llevaría a la city center y mi sorpresa ha sido mayúscula cuando me han dicho que había un bus cada hora. He esperado unos 45 minutos pero el bus me ha vuelto a dejar en otra estación de bus. Seguia estando a casi 3 km de mi hostel. He vuelto a preguntar por el otro bus que me podría llevar al centro y los de información se han columpiado de lo lindo. Me han dado mal la información y he estado esperando al bus 34 cuando en realidad tenía que coger el 100. Ha sido el chófer del bus 100 quien les ha dicho a los de información que me habían dado la información incorrecta. ¿Respuesta de ellos? Sonrisa profiden. Eso sí, han procedido a tachar el número 34 que habían apuntado en mi libreta y han anotado el 100. Muy profesionales, si señor.
A las 13:30 he llegado al hostel. Me ha costado el mismo tiempo recorrer 124 km que los últimos 12. Amatxo maitia!!!
Debajo del hostel hay un self service de comida china, y ahí que me he ido a comer. He comido de lujo por menos de un euro. Después me he ido en busca del street art que me tiene tan enganchada. De nuevo el artista lituano Ernest Zacharevic es uno de los creadores de estos impresionantes murales. Para su creación se inspiró en la historia de Ipoh.
A diferencia de Georgetown, aqui no habia practicamente nadie para fotografiar los murales. Me ha tocado estar esperando para pedir a alguien que me sacara la foto deseada.
Ipoh empezó a sumirse en la oscuridad cuando sus días de gloria, asociados a la minería del estaño, tocaron fin. Cuando los británicos abandonaron Malasia y Pera consiguió la independencia en 1957, los edificios coloniales empezaron a descuidarse. En los últimos años se ha frenado su deterioro y cafés bohemios, hoteles y restaurantes empiezan a ocupar las casas de época y los edificios más antiguos.
Tras este breve apunte sobre la historia de la ciudad, sigo con mi relato. Ya habia visto todos los murales, cuando he decidido visitar los monumentos más emblemáticos de la ciudad.
Para empezar he visitado la estación de tren de Ipoh. Data de principios del siglo XX y es de estilo colonial. Le llaman "Taj Majal" por sus flamantes cúpulas blancas. Durante la primera guerra mundial pararon su construcción por falta de material.
Justo en frente de la estación se encuentra otro edificio de la época colonial, el Town Hall, de 1916.
Y la gente no para de preguntarme de donde soy y algunos me piden permiso para sacarse una foto conmigo cuando lo habitual es que suceda en sentido contrario. ¡Toda una suerte para mi!
De camino a casa más street art y un par de bodas.
Y para terminar el día, llevo mi pobre mochila a que le den un remiendo. Después de casi 2 meses de trote la pobre se me está rompiendo por todas partes. Ama, ¡a la vuelta me tienes que enseñar a coser! ¡Qué desastre no saber hacer ni un remiendo!
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