2018(e)ko abenduaren 27(a), osteguna
Nong Khiaw
Cogimos un bus en la estación del norte de Luang Prabang hacia Nong Khiaw por 25.000 kips.
Fotacas de mi amiga Cristina la menorquina. Instagram as_cristina
Llegamos al pueblito y Arantxa y yo quisimos subir a un mirador para ver las vistas y la puesta de sol pero era demasiado tarde y no llegamos a tiempo.
Cenamos y nos acostamos enseguida ya que estábamos agotadas.
2018(e)ko abenduaren 26(a), asteazkena
Luang Prabang 2
Me levanté a las 04:30 para ver la ofrenda de arroz que se hace en la ciudad a los monjes. En los últimos años la ofrenda se ha convertido en algo turístico y se puede ver a muchos turistas que también participan en la ofrenda. Hay otros tantos que se dedican a poner la cámara de fotos, literalmente, delante de la cara de los monjes.
Nos llamó la atención que, de vez en cuando, los monjes tiraran el arroz a una especie de papeleras. Le preguntamos a una señora local acerca del motivo de tirar el arroz, y nos respondió que no lo tiraban, que lo recogían para luego dárselo a los pobres.
Seguimos a los monjes por la ciudad hasta que dimos de bruces con el templo Wat Xien Thong. Es un templo de estilo típico laosiano, es también el más grande y visitado de Luang Prabang. Fue construido en el año 1560 y hasta 1975 fue un templo real donde se coronaban a los reyes laosianos.
Todas las foticos de arriba son de mi amiga menorquina Cristina. Se está estrenando con su cámara y se puede decir que lo está haciendo muy bien.
Después de visitar el templo me apetecía ir a las cascadas de Kuang Si pero no queria coger el tour que ofrecían en el hostel ya que solo era para medio día. No me gusta que me lo den todo mascado y menos aún estar en la naturaleza mirando el reloj para que no se me pase la hora de vuelta.
Así pues, decidí probar suerte e ir a la zona de los tuk-tuk para ver si podía compartir el viaje con alguien y de este modo ahorrar algún kip.
Tuve suerte y para las 10:30 ya estaba camino a las cascadas (son 45 minutos de viaje). Pagué 20.000 kips (2 euros) al conductor y pensé negociar la vuelta cuando me cansará de estar en las cascadas. Para la vuelta también tuve estrella.
Hay que pagar 20.000 kips de entrada (2 euros). Iba un poco escéptica, no esperando gran cosa, pero tengo que reconocer que las cascadas me encantaron. Disfruté como una enana.
Este fue el lugar que elegí para darme un bañito
Restaurante con vistas.
Para acabar el día, cenamos en un restaurante con vistas al río Mekong con los amigos del slow boat, mi nueva familia, Cristina, Arantxa, Daniel y Kayal.
2018(e)ko abenduaren 25(a), asteartea
Luang Prabang
Después de dos días de río, volvía a estar en tierra firme. Decidí salir a explorar un poco la ciudad.
Luang Prabang es una pequeña ciudad de unos 80.000 habitantes del norte de Laos. Se sitúa en un valle donde confluyen los ríos Mekong y Nam Khan. Es Patrimonio Mundial de la UNESCO desde 1995. La ciudad es como un museo al aire libre debido a todos los templos budistas con los que cuenta.
Lo primero que hice fue buscar el puente de bambú para cruzar el río. Había leído que del otro lado del río había algún poblado interesante para visitar. Atravesar el puente cuesta 5000 kips (50 céntimos). Durante el período de lluvias el puente desaparece y la familia que cobra la entrada se ocupa de volver a construirlo.
Tras cruzar este puente, del otro lado no encontré ningún poblado ni nada interesante. Así pues, volví a cruzarlo.
Tras este intento fallido de visita, me encaminé al museo UXO.
Se trata de un centro de visitantes en el que se conciencia a la población acerca de los restos de explosivos no detonados y los efectos que los mismos pueden causar, y de hecho causan, en la vida diaria de la población laosiana.
Como resultado de la segunda guerra de Indochina, Laos ganó la distinción del país más bombardeado del mundo. Muchas de las bombas que los Estados Unidos lanzaron durante los 9 años de conflicto (1946-54) siguen hoy día sin detonar con el riesgo correspondiente para la población.
Al final de la visita vi un vídeo en el que la gente local directamente afectada por este problema, previene al resto de la población sobre los riesgos existentes. Hay niñ@s que han perdido alguna parte de su cuerpo al ir a coger unas bombas pequeñas que confunden con juguetes, agricultores que han sufrido una detonación cuando trabajaban en los campos de arroz... Nadie se libra. La visita al centro de visitantes me pareció totalmente necesaria para comprender un poco más sobre la historia de Laos.
Al atardecer subí al templo que se encuentra en el monte Poushi. La idea era visitarlo y ver el atardecer allí. Las vistas son muy bonitas desde arriba pero había tanta gente que decidí meterme en el templo a meditar un poco. Cuando salí del templo seguía habiendo mucha gente pero conseguí un huequito para ver el atardecer.
2018(e)ko abenduaren 24(a), astelehena
Navegando en el río Mekong
No pude tener mejor idea que coger el slow boat para entrar en Laos. Han sido dos días de auténtico relax. La experiencia de navegar en el río Mekong ha sido una de las mejores del viaje.
El slow boat cuesta 210.000 kips (unos 21 euros). El primer día hizo parada en Pakben porque tienen prohibido navegar de noche. Fueron 7 horas que me supieron a poco. Y es normal que sepan a poco cuando se va viendo estos paisajes y gentes. Por cierto, las fotos de las personas que publico han sido tomadas por mi amiga menorquina Cristina.
2018(e)ko abenduaren 22(a), larunbata
Entrada a Laos
Llegué antes de tiempo a la cita con el tuk-tuk y los chicos de Holanda con los que iba a compartirlo. Aproveché para desayunar. Hicimos en un momento los alrededor de 8 kilómetros a la frontera.
Iba muy nerviosa porque un chico catalán que había cruzado la frontera antes que yo, me había contado que habían tenido muchos problemas con la policía de Laos. Teniendo pasaporte español toca pagar 35 dólares de visa que te permite pasar 30 días en el país. En la oficina de cambio de Tailandia les habían dado dólares marcados y la policía laosiana no se los había aceptado y habían tenido que volver a cambiar el dinero en dos ocasiones. Mire los 3 billetes que me dieron por todos los lados hasta que me asegure de que estaban en perfecto estado.
Tras hacer el cambio de dinero y pasar por inmigración de Tailandia para que me sellaran la salida del país, cogimos un bus para cruzar el puente de la amistad, tierra de nadie. Son 5 minutos de trayecto y cuesta 20 baths.
Al llegar nos tocó rellenar los formularios para hacer la visa y pagarla. Afortunadamente, todo el proceso fue sin problemas. ¡Laos me daba la bienvenida!
Adiós Tailandia
Control de salida de Tailandia
Rellenando los formularios de la visala on arrival
Los chicos holandeses con los que compartí el tuk-tuk entregando sus formularios
El tuk-tuk me dejó cerca del puerto dónde cogería el slow boat que en dos días me llevaría hasta Luang Prabang. Me tocó esperar un par de horas hasta que el bote partió a las 11:30.
Os dejo alguna imagen tomada en los alrededores del puerto.
El bote que me llevaría hasta Pakben
El interior del bote todavía sin gente
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Malas noticias
Para quien me estuviera siguiendo por el blog, deciros que hace tres dias pise mi movil y que la pantalla esta rota. Cambiarla me cuesta ma...