2018(e)ko azaroaren 30(a), ostirala

Retomando


Después del trekking, necesité una semanita de puesta a punto en la que me dediqué a cuidarme: peluquería, manicura, pedicura y masajito de pies... Y comer, comer a todas horas. Mi amigo de trek Antonio me contó que es normal comer más después de estar en altura. En altura se producen más glóbulos rojos y eso hace que al bajar no te llenes ni con un camión de comida. Eso es lo que nos pasaba. Amaneciamos el día con dos desayunos: dulce y salado. Y al instante ya estábamos pensando en volver a comer. En fin, él  había perdido 17 kilos pero yo pesaba igual que al empezar el trek. Menos mal que fue algo pasajero.. .
Y llegó el día de dejar Katmandu, esa ciudad caótica, una de las más contaminadas del mundo. Me había sentido como en casa en medio de ese caos de tráfico, de polucion, de polvo. Sobre todo en mi barrio, en Boudha, donde ya l@s tender@s me reconocían y saludaban. Yo, una pueblerina sintiéndome tan bien en una gran urbe. Era como si hubiera vivido en una vida anterior en esta ciudad. Quién sabe...
Y el vuelo de Nepal airlines se retrasó en cuatro ocasiones, en lugar de a las 11:30 salimos a las 20:00. Fue un día larguísimo, otro de esos en los que te das cuenta de las diferencias que existen entre los orientales y los occidentales. Los primeros charlaban como si nada mientras que los occidentales nos tirabamos de los pelos preguntándonos qué leches pasaba. Yo fui una de las que no aguantó más y preguntó acerca de las razones del retraso. Me contestaron, como si nada, que el avión había volado desde Delhi y que le estaban cambiando una rueda. Bueno! Ni tan mal. Agur Nepal, hurrengoa arte!

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Malas noticias

Para quien me estuviera siguiendo por el blog, deciros que hace tres dias pise mi movil y que la pantalla esta rota. Cambiarla me cuesta ma...