Y de nuevo nos preparamos para subir hasta las nubes, esta vez en la zona del Sagarmatha (Everest en nepali). Me he sentido muy privilegiada por poder ver el Sagarmatha, el Nuptse, el Lotse, el Ama Dablam, el campo base del Island Peak...
La idea era hacer el trekking de los 3 pasos. Al final, los planes y los compañeros de trekking cambiaron. Mi amigo Gino cayó enfermo el segundo día de trekking y, aunque le esperé un día en un pueblecito llamado Nunthala, se volvió a Katmandu porque no se terminaba de recuperar.
En el camino conocí a gente bellísima como los italianos Antonio y Andrea, los franceses Thomas y Máx o mi compañero de fatigas, también francés, Sebastien.
17 días de subidas y bajadas, de caravanas de mulas, yaks, de porters cargados hasta los topes, de las montañas más altas del universo y de los paisajes más bellos que he visto en mi vida. 17 días sin ningún tipo de comodidad, con 2 escasos días de ducha con cubo de agua caliente, una mochila demasiado pesada, como siempre, y muchísimo frío. Sí, el invierno está llegando a Nepal, y a 5000 metros hace mucho frío. Los cristales de las habitaciones de los lodges aparecían congelados por dentro a la mañana siguiente, así como la ropa que de vez en cuando lavabamos a mano.
La gente del valle del Solo Khumbu es especial, gente dura, Sherpas en su mayoría. Me propuse aprender un poquito de nepali cada día de trekking y, solo por ver sus sonrisas al chapurrear mi escaso nepali, mereció la pena. La gente en esta zona del planeta es humilde, pero como ocurre en la mayoría de los casos, quien menos tiene te lo da todo.
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